Suna intenta calmar a un Ferit roto por la culpa mientras Kaya sospecha de sus sentimientos
Tras la tragedia que ha golpeado a Ferit, Suna no puede evitar acudir a consolarlo. Su cercanía despierta las dudas de Kaya, que teme que su esposa siga atrapada en el pasado.
Ferit se derrumba al recordar la pérdida del bebé y confiesa sentirse culpable por todo. Suna, incapaz de mantenerse al margen, se sienta a su lado para ofrecerle consuelo. “No podías luchar contra el destino”, le dice con ternura, intentando aliviar su dolor.
Kaya presencia la escena y comprende que Suna aún no ha superado lo que siente por Ferit. Decide intervenir y la obliga a regresar a casa, aunque sus sospechas ya están desatadas. ¿Podrá Suna cortar definitivamente ese lazo emocional?