Lágrimas, dolor e impotencia en el entierro de Ilgaz mientras Ceylin hace lo imposible por poder darle su último adiós
Los familiares y amigos del fiscal Kaya se despiden de él en una triste y emotiva despedida, aunque con dos grandes ausencias: Ceylin y Metin.
Todos siguen devastados por la muerte de Ilgaz. El forense llama a Çinar para decirle que ya pueden celebrar el funeral de su hermano y enterrarlo.
El joven no sabe si esperar a que su padre despierte, ya que está inconsciente en el hospital tras sufrir un infarto, pero Metin le aconseja que deben hacerlo cuanto antes ya porque no podría soportarlo en caso de recuperarse: “Para un padre es muy duro enterrar a un hijo”.
Ceylin, con la ayuda de Yekta que es su abogado, pide un permiso para poder salir del calabozo por unas horas y acudir al funeral.
Sin embargo, todo se complica cuando aparece la ropa que llevaba el día en que fue detenida… con restos de pólvora… es la prueba definitiva que Turgut Ali necesitaba para llevarla ante el juez.
Yekta se lo comunica a la abogada y ella se vuelve loca al saber que el fiscal jefe no le da permiso para poder darle el último adiós a su marido. Entre lágrimas, insiste una y otra vez que le permitan verlo por última vez: “Necesito ir para despedirme de él”.
Al ver que no le hacen caso, Ceylin finge un desmayo para intentar, mientras la trasladan al hospital, poder fugarse y acudir al entierro. En el último momento, Yekta se lo impide porque sabe que, si la joven logra huir, no podrá librarse de la cárcel.
Mientras tanto, los demás seres queridos de Ilgaz le dan el último adiós al fiscal Kaya, un hombre muy querido por todos, en una escena aterradora amenizada con el llanto, desconsolado, de Defne al ser consciente que su hermano se ha ido de su lado para siempre.