Desde que se convierte en el encargado de tratar la enfermedad de Bahar, su vida da un giro inesperado. Evren se preocupa por ella y se siente sorprendido por la falta de apoyo de su marido, Timur. A pesar de las adversidades, consigue un donante anónimo para el trasplante de hígado que Bahar necesita, salvándole así la vida.

A medida que pasan más tiempo juntos, Evren comienza a notar que Bahar es muy especial. Su valentía lo inspira y decide motivarla a retomar su carrera y completar la residencia médica que había dejado en pausa.

Esta relación va más allá de lo profesional, ya que Evren empieza a entender que Bahar es más que una paciente: es una mujer fuerte y decidida que merece una segunda oportunidad en la vida.