Derinlo tiene claro: ahora es ella quien quiere viajar con Asya al pasado y enseñarle lo feliz que fue con Volkan.

Entonces suena el teléfono de Asya: ¡Es Volkan! El empresario escucha las intenciones de Derin y a Asya rogándole que pare el coche: “¡Vas muy rápido! Quiero bajarme”.

Asya, que cada vez tiene más miedo de lo que pueda hacer Derin, le pide a Volkan que llame a la policía cuando Derin, fuera de sí, le quita el teléfono y lo tira por la ventana.